Friday, March 11, 2016

UNA MIRADA AL ARTE por VĺCTOR VARELA

Víctor Varela. Las Vegas.
               Parte uno
            
           Esto no es una crítica, es un comentario desenfadado, una reflexión obligada. Podría ser una crítica, pero no quiero que lo sea, aspiro a más. La hago desde el artista que soy, con toda la intensión de considerarla como parte de mi obra. Así que no es una tarea. Además de pintar, también escribo, será un placer tomar por asalto la voz de una función a menudo olvidada: vincular arte y gente, obra y sociedad con el objeto de permitir un diálogo fecundo. Dejar de callar en nombre mío para hablar en nombre de todos los colegas que me han acompañado en la misma carrera, la misma ilusión.
            No por casualidad días despues que Donald Trump gana las primarias republicanas en Nevada, Latin American Art Gallery estrena la primera exhibición de arte latino en Las Vegas. Esta evidencia de la polaridad no es coincidencia ante el avance inesperado de la xenofobia en los Estados Unidos de la segunda década del S XXI, así que en contraposición a la evidencia primera una fuerza contraria, orgánica y consecuente con la historia persiste en resaltar lo opuesto con doble fondo: por un lado señalar lo latino, el mestizaje espeso de la América continental como presencia ineludible en la cultura anglosajona de Norteamérica y por el otro apostar al arte en la capital del entretenimiento. A alguien le parece poco?
            “Una Mirada al Arte Latinoamericano” nombre que Latin American Art ha dado a la exhibición que presenta junto con la Galería De Chaves ha sido estrenada el pasado 26 de febrero de 2016 con el objeto de darle a Las Vegas bastante de lo que carece: una mirada desconocida y cercana a la América a la que está unida por la geografía, la América Central, la insular y la Suramericana. Una mirada que se desmarca de las grandes instituciones de belleza de occidente: lejos de las pirámides de Egipto, la Esfinge, la torre Eiffel, la Fontana di Trevi, las góndolas de Venecia y no está viciada, contaminada por el punto de vista esquemático, tradicional. Mirada que no pretende ser exclusiva, sino que reclama un lugar de tolerancia en la ciudad global para rendirle tributo a una diversidad mas amplia, menos pacata, estereotipada.
            Aunque personalmente creo que el arte es uno solo y que los apellidos que lo inclinan a lo sectorial a veces son contraproducentes (arte occidental, arte latino, arte cubano, etc) entiendo que Latin American Art más que enfatizar un sectarismo busca marcar la diferencia, llamar la atención hacia algo que en Las Vegas se desconoce plenamente. Monopolizada por el entretenimiento banal, ese que no reconoce la existencia de un eros cognoscente o para decirlo mas sencillo el goce por lo difícil, la América profunda puede corer el riesgo de quedarse en el intento si no vende.
           Sin embargo no existe en Las Vegas una ley que impida tal intento así que el prejuicio ha sido parejo. Las Vegas no se ha sentido como parte de la América Latina y Latinoamérica no se ha sentido parte de Las Vegas. Esta cortina de tiempo que es un muro de percepción, de cultura y de costumbre, ha vetado la posibilidad de intentar la coexistencia de dos espacios repelentes en tiempos pasados: el arte y el entretenimiento, la América natural y la opulenta, el Sur grave, exuberante y el norte fetiche, artificial.  
           Jaime Patterson, mexicano de nacimiento y director de Latin American Gallery y Ernesto Chavés, venezolano y curador de la exhibición han parecido advertir esto y se han decidido a dar el primer paso.
            La tarea no es fácil ya que Las Vegas, es una ciudad de negocio, donde todo lo mueve el dinero y sobrevive solo lo que vende. La gran pregunta que Jaime Patterson y Ernesto Chaves tendrán que responder en acción (tienen un contrato con 12 artistas por 5 años) es si hay lugar en las Vegas para un mercado del arte, del entretenimiento difícil, un eros de la complejidad. Si somos consecuentes con la posmodernidad que es una condición de las superpotencias la respuesta es si. Estamos hablando de un pop después del pop, de una metafísica? Nada de eso. Quién dijo que el arte debe encontrarse alojado y exclusivo en esos edificios de inutilidad pública llamados museos que representan la seriedad de un falso vacío, desolado y deprimente, programado por un curador que arroja sus preferencias particulares para establecer los epígonos de la historia? Quién que el arte y el mercado han de ser incompatibles?


                                      New York City
                                          Marzo 1

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