Dar a conocer a los interesados el desenvolvimiento más inmediato del destino nómada de Teatro Obstáculo a través del mundo. Crear en colaboración con los participantes un espacio de reflexión inteligente acerca del teatro y el arte en general.
No se puede comprender a Kantor sin leer al menos El tratado de los maniquies de Bruno Schulz, que pertenece a su relato Las tiendas de canela. Bueno realmente no hace falta para nada. Como todo creador auténtico Kantor se basta a sí mismo mas allá de sus influencias; pero es interesante saber que Kantor se inspira bastante en este autor. Dibujante y escritor, judío y polaco; asesinado en un campo de concentración, Bruno Schulz con sus reflexiones acerca de la vida y el arte no solo da una nueva posibilidad a la percepción humana, sino que influencia a toda una generación de intelectuales y artistas de Europa. Es uno de los primeros autores que descubre la fascinación que produce el maniquí en el teatro e inicia una interesante reflexión acerca de como en el arte teatral la vida se consigue a partir de la ausencia. Esto influye en Kantor y lo lleva a la conclusión siguiente…, por supuesto después de la pregunta que Gordon Craig le hace al arte en general: Y que es la vida en el teatro? Pudiera decirse que desde que el teatro tiene uso de razón se habla de la vida teatral como un atributo fundamental del arte escénico, del cual Stanislavsky y seguidores abusan. Pero a nadie hasta Kantor se le ocurre la idea de subvertir el valor. Doblar el punto de vista como un guante es acercarse peligrosamente a la dementis precox noche de walpurgis, sin embargo no hay maravilla sin riesgo, luz sin caos. Si bien la vitalidad es una condición obligada para llamar la atención de los espectadores teatrales, también lo puede conseguir su extremo: la muerte misma por oposición. Así el maestro extrae de la paradoja una oscura iluminación. Desde entonces el nirvana llega con luz negra y la eternidad del ausente como uno monarca y arquetipo que reduce al modelo vivo a simple imitador de barraca de feria, esta mas allá de la carne y la materia. En el reino de la muerte la belleza es líquida, rompe todos los moldes y fascina. Semejante densidad se adoba con un circo pintado de negro donde tiene lugar el festín de la barbarie, la celebración del pecado y el crimen.
¡¡¡Muy agudo y excelente comentario, Víctor!!! Este festin de la barbarie, como le llamas a la bacanal de la muerte y la sordidez, sería el entronamiento de lo sublime frente a lo bello. Si lo último fascina y adula los sentidos como un canto de sirena, lo primero estremece desde la paradoja, la aporía del vivir para el aniquilamiento inexorable. Es ese el punto de inflexión que Kantor, el maestro de la subversión metafísica del contenido, ha podido demostrar apelando a recursos tan simples y a la vez tan demoledores, como sus maniquíes, por ejemplo. La liturgia del circo existencial se convierte en un desvahído y vaciado ritual imposible, en una vitalidad reducida a una imitación del nihilismo que la define ¡¡¡Felicidades, Maestro Cubano V. V.!!! Como siempre, dando cátedra generosamente sobre los artistas insustituibles Un abrazo argentino Ana Heredia
Amoroso e inspirador, también movilizador tu nota Ana. Me gustaría agregar a lo que tú ya dices que es notable que Kantor considera la existencia del arte como una realidad autónoma. Una esfera de la existencia totalmente posible, en la que se puede existir además de la vida. “Más real que la realidad misma” diría Antonin Artaud. “Como una huella en el fondo del rio”, diría el mismo. ¿Paradójico? Si. ¿Contracultural? Absolutamente.
Medular acotación de Víctor Varela. Si la dimensión artística puede existir "per se", al margen de la "vida", Kantor está dejando un supuesto ontológico del arte: la metafísica de la vacuidad, como única certeza. Lo concreto cumple la función de "suppossitio" del arquetipo artístico. Lo "real", se convierte en "realidad". El primero es el eterno nóumeno, la incógnita de la sustancia. Lo segundo, es un "constructo", una ilusión categorizada, modelo inasible. La "realidad" del arte es tan factible como la escritura en el agua. Si éste puede erigirse y sostenerse por sí mismo, el "mundo real" se reduce a simple imago, una reducción al absurdo de un modelo siempre despegado y etéreo, sustentado en la cisura abismal que lo define El día que sea buena para comentar, tendré esa capacidad de síntesis del maestro cubano V. V. ¡¡Muy buen año 2011!!, Maestro !! Un abrazo bien argentino y respetuoso Ana Heredia
leyendo atentamente, recuerdo un pensamiento ligado al teatro de la muerte. como la vida diaria se monta sobre un temor que no es mas que misterio. Claro que al hacerlo es como ponerle prenda sobre prenda a un cuerpo hasta que lo que subyace no es mas que una resonancia en la tela mas superficiaL. pOR OTRO LADO DIRIA QUE EL ARTE como la cultura, como el orden social, como la existencia de la comunidad son condiciones del humano. capacidades ya estructuradas o estructurantes y ambas dos custiones al mismo tiempo. el arte es mas real en el sentido de que quita las ropas a la ilusion que ordena el mundo. Podria decirce, no como preguntando acerca de otra verdad, sino desde el mostrar un contraste y tomar parte.Es relidad solo en su expocicion, en su funcion social. (como las faltas de ortografia, dicen de la persona que las produce aunque, de modo contrario a la funcion social.) Quizas por el hecho de trabajr con arquetipos, de investigar lo inconciente, por tematizar los problemas de la sociedad. moviliza. porque llega mas adentro en la memoria de la humanidad. Lo hace cualquier teatro que exponga al cuerpo en su fragilidad y posibilidad. en su sacralidad para con lo humano. la vida teatral estaria vinculada a la posibilidad de que lo que suceda sea percibido por quienes asisten a la cosa. las finalidades de ello pueden ser muchas. Tambien requiere cierto campo de realizacion dentro del cual no se puede entrar y del cual uno no puede despegarse. un confrontamiento con uno mismo. Por ejemplo si estubiese solo permitido, un discurso o establecido que discurso conduce mas hacia un fin que a otro, todavia seria posible demostrar atravez del cuerpo nuestra postura. conceptos amplios, gran dificultad para razonar y conseguir una salida satisfactoria.
No se puede comprender a Kantor sin leer al menos El tratado de los maniquies de Bruno Schulz, que pertenece a su relato Las tiendas de canela. Bueno realmente no hace falta para nada. Como todo creador auténtico Kantor se basta a sí mismo mas allá de sus influencias; pero es interesante saber que Kantor se inspira bastante en este autor. Dibujante y escritor, judío y polaco; asesinado en un campo de concentración, Bruno Schulz con sus reflexiones acerca de la vida y el arte no solo da una nueva posibilidad a la percepción humana, sino que influencia a toda una generación de intelectuales y artistas de Europa. Es uno de los primeros autores que descubre la fascinación que produce el maniquí en el teatro e inicia una interesante reflexión acerca de como en el arte teatral la vida se consigue a partir de la ausencia. Esto influye en Kantor y lo lleva a la conclusión siguiente…, por supuesto después de la pregunta que Gordon Craig le hace al arte en general: Y que es la vida en el teatro? Pudiera decirse que desde que el teatro tiene uso de razón se habla de la vida teatral como un atributo fundamental del arte escénico, del cual Stanislavsky y seguidores abusan. Pero a nadie hasta Kantor se le ocurre la idea de subvertir el valor. Doblar el punto de vista como un guante es acercarse peligrosamente a la dementis precox noche de walpurgis, sin embargo no hay maravilla sin riesgo, luz sin caos. Si bien la vitalidad es una condición obligada para llamar la atención de los espectadores teatrales, también lo puede conseguir su extremo: la muerte misma por oposición. Así el maestro extrae de la paradoja una oscura iluminación. Desde entonces el nirvana llega con luz negra y la eternidad del ausente como uno monarca y arquetipo que reduce al modelo vivo a simple imitador de barraca de feria, esta mas allá de la carne y la materia. En el reino de la muerte la belleza es líquida, rompe todos los moldes y fascina. Semejante densidad se adoba con un circo pintado de negro donde tiene lugar el festín de la barbarie, la celebración del pecado y el crimen.
ReplyDelete¡¡¡Muy agudo y excelente comentario, Víctor!!! Este festin de la barbarie, como le llamas a la bacanal de la muerte y la sordidez, sería el entronamiento de lo sublime frente a lo bello. Si lo último fascina y adula los sentidos como un canto de sirena, lo primero estremece desde la paradoja, la aporía del vivir para el aniquilamiento inexorable. Es ese el punto de inflexión que Kantor, el maestro de la subversión metafísica del contenido, ha podido demostrar apelando a recursos tan simples y a la vez tan demoledores, como sus maniquíes, por ejemplo. La liturgia del circo existencial se convierte en un desvahído y vaciado ritual imposible, en una vitalidad reducida a una imitación del nihilismo que la define
ReplyDelete¡¡¡Felicidades, Maestro Cubano V. V.!!!
Como siempre, dando cátedra generosamente sobre los artistas insustituibles
Un abrazo argentino
Ana Heredia
Amoroso e inspirador, también movilizador tu nota Ana. Me gustaría agregar a lo que tú ya dices que es notable que Kantor considera la existencia del arte como una realidad autónoma. Una esfera de la existencia totalmente posible, en la que se puede existir además de la vida. “Más real que la realidad misma” diría Antonin Artaud. “Como una huella en el fondo del rio”, diría el mismo. ¿Paradójico? Si. ¿Contracultural? Absolutamente.
ReplyDeleteMedular acotación de Víctor Varela. Si la dimensión artística puede existir "per se", al margen de la "vida", Kantor está dejando un supuesto ontológico del arte: la metafísica de la vacuidad, como única certeza. Lo concreto cumple la función de "suppossitio" del arquetipo artístico. Lo "real", se convierte en "realidad". El primero es el eterno nóumeno, la incógnita de la sustancia. Lo segundo, es un "constructo", una ilusión categorizada, modelo inasible. La "realidad" del arte es tan factible como la escritura en el agua. Si éste puede erigirse y sostenerse por sí mismo, el "mundo real" se reduce a simple imago, una reducción al absurdo de un modelo siempre despegado y etéreo, sustentado en la cisura abismal que lo define
ReplyDeleteEl día que sea buena para comentar, tendré esa capacidad de síntesis del maestro cubano V. V.
¡¡Muy buen año 2011!!, Maestro !!
Un abrazo bien argentino y respetuoso
Ana Heredia
leyendo atentamente, recuerdo un pensamiento ligado al teatro de la muerte. como la vida diaria se monta sobre un temor que no es mas que misterio. Claro que al hacerlo es como ponerle prenda sobre prenda a un cuerpo hasta que lo que subyace no es mas que una resonancia en la tela mas superficiaL. pOR OTRO LADO DIRIA QUE EL ARTE como la cultura, como el orden social, como la existencia de la comunidad son condiciones del humano. capacidades ya estructuradas o estructurantes y ambas dos custiones al mismo tiempo. el arte es mas real en el sentido de que quita las ropas a la ilusion que ordena el mundo. Podria decirce, no como preguntando acerca de otra verdad, sino desde el mostrar un contraste y tomar parte.Es relidad solo en su expocicion, en su funcion social. (como las faltas de ortografia, dicen de la persona que las produce aunque, de modo contrario a la funcion social.)
ReplyDeleteQuizas por el hecho de trabajr con arquetipos, de investigar lo inconciente, por tematizar los problemas de la sociedad. moviliza. porque llega mas adentro en la memoria de la humanidad. Lo hace cualquier teatro que exponga al cuerpo en su fragilidad y posibilidad. en su sacralidad para con lo humano. la vida teatral estaria vinculada a la posibilidad de que lo que suceda sea percibido por quienes asisten a la cosa. las finalidades de ello pueden ser muchas. Tambien requiere cierto campo de realizacion dentro del cual no se puede entrar y del cual uno no puede despegarse. un confrontamiento con uno mismo. Por ejemplo si estubiese solo permitido, un discurso o establecido que discurso conduce mas hacia un fin que a otro, todavia seria posible demostrar atravez del cuerpo nuestra postura.
conceptos amplios, gran dificultad para razonar y conseguir una salida satisfactoria.