Teatro y Representación en la Extrema
Izquierda Revolucionaria
Cubana
Discurso de gas.Víctor Varela. Tinta y acrílico
sobre papel.
El Teatro Insular, experto en la
movilización de masas y de imágenes interpreta impecablemente su papel para el
funeral. Los payasos populistas Pajarito Maduro, Pajarito Evo y Pajarito Correa,
los gobernantes más próximos de la región, tocan la historia junto a quien fue
su maestro (ahora parte de otro bando mas leve, la tropa de fatasmas Stalin,
Mao, Pol Pot, en la plaza indiscutible de todo el repertorio desfachatado comunista)
se caen de bruces sobre los micrófonos, emiten trompetillas por los altavoces,
chorrean lágrimas de tinta, se tiran pedos de colores fríos, tristes, ante las
cámaras de la tele muy ocupadas en trasmitir al mundo la verosimilitud de la simulación
en una espontaneidad perfecta, sin fisuras.
Mientras el pueblo 1, correspondiente a
la parte afectiva de su doble moral, el cual el tirano de pacotilla dijo haber
representado siempre y que gustó llamar humilde, hoy recoge su dote: una muerte
diaria de hambre y necesidad indescriptible que sobrepasa con creces los
índices de prostitución, vulgaridad e indigencia que él mismo se encontró en dosis
infinitamente menores en el 59, la estirpe verde olivo hace gala de su
contraste, ostenta su riqueza a través de un militarismo lucrativo, de lujo, de
empresa obscena y de laurel, de dolar combativo y militante: “Hermano para mí
la moneda libremente convertible para ti el CUC, porque te amo” (1)
Por otro lado, el pueblo 2
correspondiente a la parte rasgada de su rabieta, el lado en fuga de su
doctrina heroica y mítica, los restos dispersos de su infidelidad en el crepúsculo
de lo que pudo haber sido y no fue, celebra su hora con alegría desbordante:
-palmó el hijo de puta… -se calló el caballo.
Después de todo, el teatro fúnebre y el
carnaval comparten un mismo goce. Detrás de la máscara la noticia retoza, se hincha.
En el entreacto la Latinoamérica
jacobina, pide la palabra, justifica ante la oposición su fracaso absoluto como
gobernante sacando el trapito sucio del bloqueo. - ¿Cuál? Si ese fue uno que no respetó nunca nada y por
detrás del telón negoció con todos los países desuníos del mundo: Brasil, Venezuela,
Rusia, España, Canadá, Alemania, Francia, Holanda, etc. – le grita un cubano
desde Miami - Uno que desarrolló un capitalismo de estado de perfil bajo, el
cual le resultó muy conveniente – agrega otro cubano desde Vancover- Por un
lado mantuvo viva la carencia de una población fácil de dominar enfocada en
aliviar sus necesidades y por el otro obtuvo grandes ventajas en los negocios
al amparo de las “supuestas prohibiciones imperialistas.” – le sigue la voz cubana
del DF - Ese señor se ocupó de la manera mas insolente de que el pueblo de Cuba
no fuera libre, lo alfabetizó mientras lo despojaba de todo estado de derecho,
le dio salud y educación gratuita para desproveerlo de todo índice de bienestar
– remata un oso polar cubano desde la Antártida.
Su desenfrenada insistencia en ese
comunista recalcitrante tipo Néstor de Villegas “soñando con serpientes” (2), sodomizado
por la vedette Barbuda de su fantasía libidinal, el mismo Díaz como diletante y
bugarrón en los márgenes de la inmaculada pesadilla, eco de HOMBRE a la sombra NUEVO
del Mariel en la California de Frank Gehry y terror de los imprescindibles, la
máscara mejor guardada de su desmán, su insigne doble, su mentira falaz. Una
muerte demasiado lenta y demasiado tarde, mediocre, sin honor, postrada en una
cama.
La pregunta es si con él se inicia una
nueva clase de figura eximia, la que es y no es al mismo tiempo, una especie de
mitad una cosa y mitad otra, tipo Vizconde partido en dos Calvinos (3) que nos
lleve a practicar una bufonada intelectual avalada por la felonía histórica.
Una especie de bueno - malo incluído en un aparato de dos en uno que nos
plantea una pregunta ciega que no debemos evadir.
Si la respuesta es sí, hay que volver a
los males de la humanidad, revisarlos todos para redefinir el juicio y la moral
de nuestro tiempo. ¿Sería esto una superación
auténtica del melodrama? ¿Por fin la
historia universal de la falacia, el fin de todas las ideologías?
Algunos medios con su protocolo de
neutralidad permiten tal luxación. Habrá entonces qué revisar que tuvo de bueno
Hitler para que la historia encaje. ¿Los
cojones de volarse la tapa de los sesos cuando el fascismo estuvo terminado? ¿Una muerte gloriosa?
Notas
1) Paráfrasis
de la famosa frase de George Orwell (1903-1950) en su novella 1984. “Hermano yo te vigilo porque te
amo”
2) Canción
comprometida de Silvio Rodriguez basada en el poema militante de Bertol Bretch:
”Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son
mejores. Hay
quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la
vida, esos
son los imprescindibles.”
3) Italo
Calvino (1923-1985). Autor cubano-italiano de la novela Las dos Mitades del Visconde.
Víctor Varela
Nueva York. Noviembre / 30 / 2016